M.I.T. Four Dimensional Structures

M.I.T. FOUR DIMENSIONAL STRUCTURES

DE MI ESTANCIA EN EL MIT

Para continuar explorando las nuevas tecnologías susceptibles de ser tratadas en el ámbito del arte y avanzar en el estudio de la geometría multidimensional, me trasladé en octubre de 1975 al Center for Advanced Visual Studies en el MIT.

En este centro contacto con artistas tan destacados como Giorgy Kepes, Otto Piene, Jürgen Claus, Mark Mendel, Otto Frei, Dale Eldred, Peter Campus, Walter de María, Charlotte Moorman, Nam June Paik, etc, con quienes llego a colaborar en actividades como el Sky Art Conference.

Conocí muy pronto al profesor David Brisson de la Braun University, pintor, escultor, dotado de una considerable formación matemática y teórico especialista en politopos, con quien establezco una buena amistad y una ferviente admiración. Sus enseñanzas constituyeron para mí una consistente base conceptual en la que he podido apoyar ulteriores trabajos relacionados con el desarrollo de mis obra.

El arte entendido también como medio de conocimiento, además de su capacidad expresiva y simbólica, es una vertiente que se cultiva en centros como el que nos ocupa, donde se estimula una tendencia investigadora, desde el arte, simétrica, cercana a la ciencia. Así determinados conceptos como el de las geometrías multidimensionales se me presentaron entonces bajo distintos, complementarios puntos de vista, algunos que debo citar son aquellos provenientes de matemáticos y geómetras como H. S. Coxeter, cuyas investigaciones son una referencia en los estudios de politopos. El profesor Tom Banchoff, especialista en superficies y espacios multidimensionales que en los años setenta se ocupaba de visualizar con ayuda de ordenadores y films la complejidad de esa problemática.

Otra visión semejante pero con el matiz de llevar al rango de lo expresivo estos conceptos, es la obra del citado David Brisson. Algunos artistas se han acercado con más o menos fortuna a estas ideas, desde los cubistas que discutían estas cuestiones, anteriormente un Malevitch entre otros influidos por teósofos y pensadores como Ouspensky. Dalí en su cuadro “Crucifixión (Corpus Hipercubicus). Autores como Edwin A. Abbott en su inteligente novela, “Flatland: A Romance of Many Dimensions” escrita en 1884, un clásico desde entonces.

Históricamente en el mundo de la ciencia, junto con los estudios que desarrolló G. Cantor y Hausdorff sobre la Teoría de los Conjuntos, la Ciencia de Geometría multidimensional representa una de las vertientes más modernas de esta disciplina. Fue el matemático alemán Grassmann (1809 – 1877) quien la expuso sistemáticamente y por primera vez en su obra “Linealen Ausdehnungslehre”. Colaboró con Helmholz, asimilando naturalmente la obra de Riemann, sobre todo a partir de 1854, como apoyo de sus teorías. El ingles Cayley y el frances Cauchy trabajaron algunos problemas sueltos relacionados con lo multidimensional, al mismo tiempo que Grassmann pero sin llegar a proponerlos como sistema. El profesor suizo L. Schäfli (1814 – 1895) escribió entre los años 1850 – 1852 su “Theorie der vielfachen Kontinuität. Pero al igual que ocurrió con Grasmann, la incomprensión de sus contemporáneos hizo que su obra no se publicara hasta después de su muerte en 1901, gracias a los esfuerzos de su discípulo J.H. Graf. Más adelante el norteamericano Henry Parker Manning de la Brown University publica en 1914 su “Geometry of four Dimensions”. Es a partir de esta década del siglo pasado que es aceptada esta disciplina matemática unánimemente.

También, según la teoría de la Relatividad de Albert Einstein con su concepto de unidad inseparable del espacio y del tiempo, es propio considerar este factor tiempo como la cuarta coordenada, el suceso que implica su determinación espacial “perpendicular” a las otras tres coordenadas cartesianas que establecen la posición del punto donde tiene lugar este suceso. El espacio obtenido de cuatro dimensiones se llama “Espacio de Minkowsli” por lo que ha aportado su descripción simplificada de las formas básicas de la Teoría de la Relatividad y las formulas de Lorenz, expresadas en terminos de coordenadas. Sin embargo la geometría de Minkowski sobre el espacio – tiempo, no es euclídea y sí lo es nuestra aproximación intuitiva que sin duda puede ayudarnos, como en la lectura de “Flatland” citada, a clarificar esta concepción.

La geometría propuesta por dichos autores inició una nueva fundamentación en la imagen espacial que debería afectar al mundo de las representación en los sistemas compositivos y proporcionales clásicos.

Esta nueva visión del Universo contempla necesariamente, no ya como posibles sino como ciertas, una gama extradimensional que va más allá de la conocida dimensión temporal que puede extenderse hacia el pasado unos 13 billones de años e infinitamente en el futuro.

Los conceptos que emanan de este discurso, sus herramientas metodológicas y contexto en el que se mueve la investigación científica y tecnológica, están siendo muy tenidos en cuenta por un número creciente de artistas implicados en el nuevo germen tecnocultural en el que vivimos.

Mi intención durante aquella breve pero intensa época consistió en estudiar esas posibilidades de convergencia entre las diversas disciplinas descritas. Por un lado me dedique al estudio de redes que permitieran establecer relaciones espaciales más allá de la tercera dimensión como soporte de un flujo formal capaz de explorar los nuevos espacios. Por otra parte, me interesé en aquellas metodologías, sistemas y técnicas que utilizaran energías naturales, como el sol, el viento, mareas y todos aquellos procedimientos relacionados con las posible intervenciones artísticas, no agresivas con la naturaleza.

Continué asimismo experimentando y generando proyectos con láseres a modo de herramienta para dibujar en el cielo en determinadas circunstancias favorables para su visualización. Todo desembocó especialmente en la realización de estructuras volantes, técnicamente muy simples pero de ilimitadas posibilidades conceptuales.

JOSÉ MARÍA YTURRALDE