ABSTRACCIÓN GEOMÉTRICA
Texto para el catálogo “Yturralde”
Iª exposición en Madrid.
Galería Edurne, del 1 al 20 de Marzo de 1967
José María Yturralde –nacido en Cuenca en 1942- viene a Madrid a esta galería a exponer su última obra. Una obra verdaderamente notable, cuyo análisis requiere un desarrollo más amplio del que va a tener aquí.
Estamos ante uno de los jóvenes artistas españoles cuyo quehacer supone un conocimiento de la evolución que han experimentado las artes visuales durante los últimos años. A mi modo de ver, dicho conocimiento es de gran importancia para la labor que ha empezado –y muy bien- a realizar.
Es evidente la expansión y enriquecimiento de las tendencias constructivistas en este período, y no cabe duda del gran porvenir que las aguarda. Lo racional, lo objetivo, modificó las ciencias, ha modificado el arte, y está modificando nuestras diferentes actividades y –por tanto- nuestra forma de estar en el mundo. Con esta transformación han surgido dos diferentes antropologías, dos posturas vitales radicalmente opuestas. En el ámbito artístico –que es el que nos interesa- nos hemos encontrado con una fuerte sujeción a la subjetividad y con una exagerada objetivación. En tanto que radicales, ni una ni otra postura me parecen convenientes.
Permanecer en un estado, intentar, si no una síntesis, un equilibrio entre una y otra tendencia es empeño difícil. Es desde luego, una tarea para hombres inteligentes cuya vocación de poder no desemboque en el fácil “carné de partido”.
Quién se atrevió a decir que en el constructivismo no hay lugar para la poesía. Que ingenuidad tan grande. Aquí está la prueba. Déle usted a un artista el mínimo de elementos, las formas más puras, menos emocionales; oblíguele a un orden; déjele que actúe: y ya verá usted. He aquí una de las razones por las que me entusiasma la obra de Yturralde: con lenguaje de limitadísimo vocabulario y rigurosa sintaxis, ha conseguido realizar una obra plástica que es –permítanseme las expresiones- tan profunda y divinamente poética como lo puedan ser las de Gerardo Rueda y Eusebio Sempere, ambos representantes del mejor constructivismo lírico que se hace en España.
ELEMENTOS DE LA OBRA
LINEAS: recta y curvas.
FORMAS: triángulos; cuadrados; rectángulos; círculos. También pueden originarse formas sintéticas de las anteriores, como son los rectángulos curvados en sus vértices, o en los sectores que surgen al trazar cuatro círculos sobre un cuadrado tomando como centro de esas circunferencias cada uno de los cuatro vértices paralelográmicos.
VOLUMENES: esferas; paralepípedos, preferentemente el cubo; síntesis de ambos. Estos volúmenes, más que actuar como esculturas, sirven para acentuar líneas, planos y luces.
COLORES: negro, gris oscuro, gris claro, azul ultramar, azul pálido, verde esmeralda, amarillo limón, cadmio naranja, bermellón, blanco. En general tonos de refinado matiz. Predominan los cuadros monocromos, Salvo contadas excepciones no existe degradación ni interpolación.
COMPOSICION: orden riguroso y su caótica ruptura. En la agrupación y ordenación de las distintas piezas –ninguna de ellas desplazable- interviene el tiempo además del espacio. Compárese esta obra con las estructuras de repetición y los sistemas seriales.
Hay dos elementos más: la luz –que actúa desde el exterior, procurando variaciones y vinculada a la problemática tridimensional- y el espectador –que puede desplazarse, consiguiendo diferentes imágenes. La técnica, que juega un papel importante, va a ser descrita en el siguiente párrafo.
PROCESO TECNICO: Se toma como soporte el conglomerado (“Novopan”). Este se refuerza con listones de madera. Los diversos paneles, superpuestos, se elevan y atornillan. Se repasan los tableros con tapa poros (“Prager”). Tras sucesivas capas y lijados, se da una preparación con pasta (“Esmudine Titán”, o blanco mate). Luego se dan las manos necesarias del color definitivo extendiendo la pintura con pincel grueso.
Otras veces se utilizan cartulinas gruesas. Se recortan y se pegan. Su preparación es a base de pintura sintética, lijado, etc.
Con esta técnica y estos elementos, Yturralde consigue crear una obra profundamente lírica. La escasez de medios, la pureza de formas y volúmenes, la belleza del color, la ordenada estructuración, el “dinamismo de la inmovilidad” y la técnica son factores que intervienen en su nueva y formidable poesía.
JUAN ANTONIO AGUIRRE